Todavía no ha pasado un mes desde que nos recomendaron quedarnos en casa para evitar la propagación del ya famoso y aterrador COVID-19; todos tenemos la misma pregunta pero nadie tiene la respuesta que necesitamos escuchar, ¿cuándo va a terminar esto? ¿acaso va a terminar?
Cada nuevo día es abrumador, estresante y definitivamente más aterrador que el anterior, debo admitir que. las noticias que empiezan con el alarmante Breaking News me estresan y me preparan para cualquier golpe emocional que pueda recibir mi deteriorado cerebro que se prepara día con día para lo peor, ¿esto es vivir en paz? no lo sé, no lo creo, nadie lo cree.
Entro a Netflix y a otras plataformas de streaming y observo que las películas y series en tendencia son relacionadas con pandemias, virus, fin de los tiempos, apocalipsis, zombies y desastres naturales... ¿por qué? ¿estamos bien? ¿estamos viéndonos reflejados? ¿buscamos respuestas? ¿ideas para sobrevivir? Claro, estamos sobreviviendo; sobreviviendo una PANDEMIA, un aislamiento, una incertidumbre y un miedo tremendo. Es justo lo que nos emociona de las películas de terror que se convierten en thrillers, queremos saber si al final sobreviven o mueren; en este género los personajes buscan sobrevivir, unos lo logran, otros no... pero todos buscan la última esperanza que los haga sentir que deben seguir adelante, así me siento yo, así se sienten muchos; es un miedo colectivo, ¿nos hizo bien ver tantas películas sobre el fin del mundo? seguramente no pero algo que sí entendimos es que al final de esta pesadilla, va a haber un final, no sé si feliz, satisfactorio o inesperado, pero llegará, todo terminará.
Seguramente se harán películas al respecto, se escribirán novelas, canciones, series y finalmente, veremos reflejada la realidad en las diferentes expresiones artísticas, como lo hemos hecho todo este tiempo. ¿Vivimos en una película de terror? Sí, una muy fea pero bien escrita, donde ansiamos encontrar la esperanza, veneraremos a los que se fueron y descubriremos que hay mil maneras de sobrevivir, como en las películas, sólo que en la vida real debemos escribir nuestra estrategia de sobrevivencia para tener el final anhelado de felicidad que desesperadamente necesitamos.
Con amor, mucho amor.
B
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